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4 nov 2007

El opio del pueblo

Por Richard Dawkins
Traducción: Gabriel Rodríguez Alberich
Octubre de 2005


El aceite de Gerin (o Geriniol, por dar su nombre científico) es una potente droga que actúa directamente en el sistema nervioso central produciendo una serie de síntomas característicos, a menudo de naturaleza antisocial o autodestructiva. Si se administra a los niños de manera crónica, el aceite de Gerin puede modificar permanentemente el cerebro produciendo desórdenes en la edad adulta, incluyendo ilusiones peligrosas que han demostrado ser muy difíciles de tratar. Los cuatro aviones condenados del 11 de septiembre eran, en un sentido muy real, viajes de aceite de Gerin: los 19 secuestradores iban muy drogados en aquel momento. Históricamente, la intoxicación por Geriniol ha sido responsable de atrocidades como la caza de brujas de Salem y las masacres de sudamericanos nativos por los conquistadores. El aceite de Gerin alimentó la mayoría de las guerras de la europa medieval y, en tiempos más recientes, la carnicería que asistió a la partición del subcontinente de la India y, en una escala menor, a Irlanda.
La adicción al aceite de Gerin puede llevar a individuos anteriormente sanos a huir de una vida normalmente plena y retraerse en comunidades cerradas de las que quedan exluidos todos los que no son adictos confirmados. Estas comunidades están casi siempre limitadas a un sexo y prohíben vigorosamente, a menudo obsesivamente, la actividad sexual. Efectivamente, la tendencia hacia una angustiosa prohibición sexual emerge como tema recurrente y monótono entre todas las numerosas variedades de la sintomatología del aceite de Gerin. El aceite de Gerin no parece reducir la líbido por sí mismo, pero provoca con frecuencia un deseo lascivo de interferir en, y preferiblemente reducir, el placer sexual de otros. Un ejemplo actual es el horror con el que los consumidores de aceite de Gerin ven la homosexualidad, incluso cuando esta se manifiesta en relaciones amorosas duraderas.
Las dosis fuertes de aceite de Gerin pueden ser alucinógenas. Los drogadictos más extremos pueden llegar a oír voces en su cabeza, o tener visiones que parecen tan reales a los enfermos que a menudo consiguen convencer a otros de su existencia. Un individuo que confiese tener experiencias muy alucinatorias puede llegar a ser venerado, e incluso seguido como un tipo de líder, por otros que se consideran menos afortunados. Esa patología de seguimiento puede prolongarse mucho más allá de la muerte del líder, y expandirse en psicodelias grotescas como la fantasía caníbal de ``beber la sangre y comer el cuerpo'' del líder.
Las dosis grandes de Geriniol también pueden proporcionar ``malos viajes'', en los que el consumidor puede sufrir ilusiones y miedos mórbidos. Un ejemplo notable es el miedo a la tortura, no en el mundo real sino en un mundo fantástico posterior a la muerte. Los malos viajes de este tipo están acompañados de una cultura del castigo, que es tan característica de esta droga como el miedo obsesivo a la sexualidad comentado anteriormente. La cultura del castigo fomentada por el aceite de Gerin culmina en la siniestra fantasía inducida por la droga del ``alo-castigo'' -la creencia de que los individuos pueden y deben ser castigados por las malas acciones de otros (conocida en la viña del grupo como ``redención'').
Las dosis medianas de aceite de Gerin, aunque no son peligrosas en sí mismas, pueden distorsionar la percepción de la realidad. Creencias que no tienen ninguna base quedan inmunizadas contra la evidencia del mundo real por los efectos directos de la droga en el sistema nervioso. Se puede escuchar a los cabezas de aceite hablándole al aire o murmurando para sí, aparentemente en la creencia de que los deseos privados que se expresen así se harán realidad, aunque impliquen una violación alegre de las leyes de la física. Este desorden autolocutorio viene acompañado a menudo de tics extraños, gestos manuales u otros estereotipos, por ejemplo el balanceo rítmico de la cabeza contra una pared.
Como con muchas drogas, el aceite de Gerin refinado, en dosis pequeñas, es en gran parte inofensivo, e incluso puede servir como lubricante social en ocasiones como matrimonios, funerales y ceremonias de estado. Los expertos discrepan sobre si tal uso social, aunque inofensivo por sí mismo, es un factor de riesgo que puede conducir a formas más duras y adictivas de la droga.
El aceite de Gerin actúa sinérgicamente con la pérdida de sueño, la automutilación y la inanición. Se sabe que algunos adictos hacen abstinencia de alimentos, se fustigan la espalda o realizan otras ``penintencias'' como medio para mejorar la potencia de la droga. Las mutilaciones no se limitan a los propios consumidores. Varias subculturas basadas en el aceite de Gerin provocan lesiones rituales a sus propios niños, especialmente cuando son demasiado pequeños para resistirse. Estas mutilaciones involucran con frecuencia a los genitales.
Usted puede pensar que una droga tan potencialmente peligrosa y adictiva encabezaría la lista de sustancias prohibidas, y supondría sentencias ejemplares a los que traficasen con ella. Pero no, está disponible fácilmente en cualquier parte del mundo y ni siquiera se necesita receta. Los camellos profesionales son numerosos, y están organizados en cárteles jerárquicos, comercian abiertamente en las esquinas e incluso en edificios construidos a tal efecto. Algunos de estos cárteles son expertos en separar a sus clientes de su dinero. Sus ``padrinos'' ocupan posiciones influyentes en las altas esferas y reciben la atención de presidentes y primeros ministros. Los gobiernos no solo hacen oídos sordos al comercio, sino que le concenden la exención de impuestos. Peor aún, subvencionan a las escuelas que tienen la intención específica de enganchar a los niños.
Me pidieron que escribiera este artículo acompañado por la cara sonriente de un hombre muy feliz de Bali. Estaba acogiendo extáticamente la noticia de que iba a ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento por el asesinato brutal de un gran número de turistas inocentes a los que nunca había conocido. Algunos miembros del tribunal quedaron impresionados por su falta de remordimientos. Pero lejos de arrepentido, su humor era de obvia alegría. Alzó el puño en el aire, loco de alegría porque iba a ser ``martirizado'', utilizando la jerga de su particular subcultura de consumidores de aceite de Gerin. Porque, no le quepa la menor duda, esa sonrisa beatífica, mirando al pelotón de fusilamiento con puro placer, es la sonrisa de un yonqui. Aquí tenemos a un drogadicto arquetípico, drogado con aceite de Gerin duro, sin refinar, sin adulterar, de alto octanaje.
Es fácil considerar a la gente así como criminales, de los que necesitamos protegernos. Efectivamente, necesitamos protegernos de ellos. Pero el problema no surgiría en primera instancia si se protegiese a los niños de quedar enganchados a una droga con una prognosis tan mala para sus mentes adultas.


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31 oct 2007

Os presento a Ejime46



Este es su canal en Youtube: Ejime46.

Que lo disfruten

28 oct 2007

Platón sobre fe y ciencia

- Mi dictamen es, que continuemos llamando ciencia a la primera y más perfecta manera de conocer; conocimiento razonado, a la segunda; fe a la tercera; conjetura a la cuarta; comprendiendo las dos últimas bajo el nombre de opinión, y las dos primeras bajo el de inteligencia; de suerte que lo perecedero sea el objeto de la opinión y lo permanente el de la inteligencia; y que la inteligencia sea a la opinión, la ciencia a la fe, el conocimiento razonado a la conjetura, lo que la esencia es a lo perecedero.

De "La República". Platón, pag 271


22 oct 2007

La humildad científica frente a la prepotencia religiosa

Texto extraído de "El mundo y sus demonios. La ciencia como una vela en la oscuridad" de Carl Sagan. Capíulo II. Ciencia y esperanza.


Esta es una de las razones por las que las religiones organizadas no me inspiran confianza. ¿Qué líderes de las religiones principales reconocen que sus creencias podrían ser incompletas o erróneas y establecen institutos para desvelar posibles deficiencias doctrinales? Más allá de la prueba de la vida cotidiana, ¿quién comprueba sistemáticamente las circunstancias en que las enseñanzas religiosas pueden no ser ya aplicables? (Sin duda es concebible que doctrinas y éticas que funcionaron bastante bien en tiempos patriarcales, patrísticos o medievales puedan carecer absolutamente de valor en el mundo tan diferente que habitamos.) ¿En qué sermón se examina imparcialmente la hipótesis de Dios? ¿Qué recompensas conceden a los escépticos religiosos las religiones establecidas... o a los escépticos sociales y económicos la sociedad en la que navegan?

La ciencia, apunta Ann Druyan, siempre nos está susurrando al oído: “Recuerda que eres nuevo en esto. Podrías estar equivocado. Te has equivocado antes.” A pesar de toda la prédica sobre la humildad, me gustaría que me enseñasen algo comparable en la religión. Se dice que las Escrituras son de inspiración divina, una frase con muchos significados. Pero ¿y si han sido fabricadas simplemente por humanos falibles? Se da testimonio de milagros, pero ¿y si en lugar de eso son una mezcla de charlatanería, estados de conciencia poco familiares, malas interpretaciones de fenómenos naturales y enfermedades mentales? No me parece que ninguna religión contemporánea y ninguna creencia de la “nueva era” tenga en cuenta suficientemente la grandeza, magnificencia, sutileza y complicación del universo revelado por la ciencia.
El hecho de que en las Escrituras se hallen prefigurados tan pocos descubrimientos de la ciencia moderna aporta mayores dudas a mi mente sobre la inspiración divina.

Pero, sin duda, podría estar equivocado.

17 abr 2007

Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica

En la Biblia se muestra sin lugar a dudas que Jesús fue un judío que no quiso fundar ninguna nueva religión ni iglesia, que no fue ejecutado a los 33 años, sino después de cumplir los 40, que no pasó tres días en el sepulcro y que tuvo como mínimo siete hermanos carnales.

Mentiras fundamentales de la Iglesia católica es un análisis a fondo de La Biblia que permite conocer qué se dejó escrito, en qué circunstancias, quién fue el autor, cuando y, sobre todo, cómo se ha pervertido con el paso de los siglos.Este libro, un éxito en España y Latinoamérica, sirve para que creyentes y no creyentes encuentren las respuestas que siempre les han hurtado y puedan tener la última palabra.

“Un libro que pone en entredicho dogmas de la Iglesia”.
(El Periódico, 10-3-97)

“Mentiras fundamentales de la Iglesia católica es una obra demoledora del poder vaticano”.
(Interviú, 17-3-97)

“Un libro alucinante del periodista e investigador Pepe Rodríguez que saca a la luz algunas contradicciones escandalosas que ponen en cuestión la legitimidad misma de la Iglesia católica”.
(Luis Algorri, Tiempo, 24-3-97)

“Pepe Rodríguez (Tortosa, 1953) es el principal investigador español sobre sectas (El poder de las sectas, Tu hijo y las sectas) y se ha asomado al mundo de la Iglesia católica (La vida sexual del clero). Ahora publica Mentiras fundamentales de la Iglesia católica.
(Miguel Bayón, El País, 1-4-97)

“La lectura del libro de Pepe Rodríguez explica por qué muchos sectores clericales prefieren que los escolares tengan clases de parchís antes que de historia de las religiones”.
(Josep-Vicent Marqués, El Mundo, 11-5-97)

"La iglesia miente mucho y muy mal. Tanto que es fácil descubrirlo. Para impedirlo ha impuesto una censura atroz que, sin embargo, empieza a saltar por los aires gracias al esfuerzo de investigadores como Pepe Rodríguez. El autor no deja intacto prácticamente ninguno de los dogmas de la Iglesia Católica gracias a su majestuoso esfuerzo de síntesis y, además, su crítica es desenfadada, irrespetuosa, mordaz, brillante, irónica e implacable, lo cual se agradece en estos tiempos de respeto perruno a la sotana".
(Iñaki Gil de San Vicente, Igandegin, 11-5-97)


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La iglesia estuvo allí

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